El bullying es “un fenómeno de violencia interpersonal injustificada que ejerce una persona o grupo contra sus semejantes y que tiene efectos de victimización en quien lo recibe. Se trata estructuralmente de un abuso de poder entre iguales”. (Ortega, 2004:1).
Cuando las niñas y los niños son pequeños existen algunas diferencias en el acoso escolar que reciben.
En las niñas, suele ser más de exclusión social, de chismes, aislamiento y emocional.
En algunos casos, las niñas sufren más de bullying por los cambios físicos que experimentan, pues algunas se empiezan a desarrollar a una temprana edad y es ahí donde empiezan a burlarse o hacer ciertos comentarios acerca de su cambio.
En los niños, suele ser más físico, verbal y de insultos, ya que son más impulsivos que las niñas.
Los niños están más a la defensiva y lo hacen de forma agresiva, pues muchas de las veces se creen superiores a los otros; esto, en ocasiones, como efecto de las enseñanzas en casa.
Desafortunadamente el bullying en niñas y niños puede llegarse a ver muy normal, al creer que solo están jugando y suponer que “al rato están juntos”, cuando esas conductas no se deben ver así. Es importante prestar atención a todo lo que hacen los niños.
Los niños y niñas necesitan una especial orientación y supervisión, tanto de las madres y padres de familia, como de sus profesoras y profesores.
Colaboración de Victoria Janeth León Ojeda, alumna de UPES en la Licenciatura en Pedagogía.